La visión de un niño se desarrolla aproximadamente hasta los 8 años de edad, siendo los 4 primeros años los más importantes para un correcto desarrollo visual, influyendo de manera directa en su desarrollo infantil y en el aprendizaje escolar.
Según los especialistas, lo que no aprendemos a ver en la infancia no se recupera en la edad adulta, por lo que resulta fundamental cuidar de la visión desde edades tempranas acudiendo a la visita del oftalmólogo.
Por este motivo es muy importante la detección precoz de problemas visuales en los niños.
Signos y síntomas
Tanto los padres, familiares y profesores debemos fijarnos en ciertos signos y síntomas que nos puedan llamar la atención:
- Desviar un ojo o ambos ojos
- Guiñar un ojo
- Tortícolis o inclinación de la cabeza
- Acercarse demasiado a los objetos
- Frotarse los ojos
- Ojos rojos
- Lagrimeo
- Picor
- Tics
- Párpado caído
- Dificultad para identificar personas u objetos conocidos
- Visión borrosa
- Molestias a la luz
- Dolor de cabeza al final de día
- Bajo rendimiento escolar
¿Cuándo llevarlos al oftalmólogo?
En el Institut Ocular del Vallès, expertos en oftalmología pediátrica recomendamos una primera visita a partir de los 2 años de edad, aunque existen ciertos factores de riesgo que precisen de una revisión oftalmológica desde el nacimiento:
- Bebés prematuros, ya que hay más probabilidades de tener problemas oculares.
- Bebés que presenten lagrimeo frecuente, ya que podría tratarse de una obstrucción congénita de la vía lagrimal o en algunas ocasiones, una manifestación de una enfermedad ocular grave como el glaucoma congénito.
- Ciertas enfermedades durante el embarazo que pueden tener afectación ocular en el bebé: toxoplasmosis, rubeola, citomegalovirus, herpes simple, sífilis, varicela.
- Antecedentes familiares de estrabismo, ojo bajo o ambliope, o de graduaciones muy elevadas de miopía o hipermetropía.
- Cataratas congénitas, ptosis palpebral (párpado caído) u opacidades corneales.
De los 2 a los 8 años se recomiendan revisiones anuales, aunque no haya patología, ya que es el período en el que se desarrolla el aprendizaje visual.
A partir de los 8 años podemos hacer un control cada 2 años hasta alcanzar la mayoría de edad.
Las revisiones deben realizarse cada año durante toda la vida si se tiene un defecto de refracción u otro problema ocular.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes en la infancia?
- Defectos de refracción: miopía, hipermetropía o astigmatismo, no corregirlos pueden causar problemas para enfocar, dolor de cabeza o fatiga visual.
- Ojo vago, gandul o Ambliopía: consiste en la pérdida de visión, suele afectar sólo a un ojo y por eso suele ser asintomática. Es difícil de detectar si no se compara la visión de un ojo y otro. Muy importante el diagnostico precoz antes de los 4 años de edad para tener mayores posibilidades de recuperación de la agudeza visual.
- Estrabismo: dependiendo de la etiología puede ser reversible si se trata en edades tempranas.
Todas estas patologías pueden conllevar un bajo rendimiento escolar si no son detectadas a tiempo.